Decidimos volar hacia Marrakech después de haber visitado la Ciudad de Granada hace unas semanas, nos entraron ganas de adentrarnos mucho más de lleno en el mundo Musulmán, llenarnos de sus olores, colores, y sus costumbres tan diferentes a la de nuestro país.
Primer día
Según va aterrizando el avión comienzas a ver que diferente es el paisaje.
Y comienza nuestro caminar hacía el puesto de pasaportes, tuvimos suerte que no había mucho jaleo, deciros a los que no lo sabéis que para entrar en Marrakech tenéis que rellenar unas hojas que tenéis que entregar para poder entrar en el País.
El hotel al que íbamos era el Mansour Eddahbi Palais des Congres, situado en una avenida muy amplia y bastante concurrida, situada en el barrio de Hivernage. El hotel esta genial, tiene una entrada preciosa, salones todo con decoración Arabesca, piscinas, las habitaciones están genial y el baño muy amplio y limpio. En definitiva el hotel es muy acogedor.
Y por fin comenzamos nuestra aventura, dejamos las maletas y directamente nos fuimos a conocer la famosa plaza de Jamaa el fna.
Según vas caminando vas viendo como en esta Ciudad la vida se desarrolla en la calle, cada paso hay un puesto, una persona vendiendo, chicos jóvenes hablando, sentados, alguien que te ofrece taxi. Según vamos caminando hacía la medina, van desapareciendo los miedos, y la inseguridad y nos vamos integrando en la vida de la Ciudad, nos vamos relajando, comenzamos a disfrutar de las calles, de la vida, de las personas.
En Marrakech el punto de referencia para todo, y sobre todo para no perderse es la Mezquita Koutoubia. Como sabeis en Marrakech no se puede visitar las Mezquitas, pero tiene unos jardines muy bonitos por donde pasear y poder hacer muy buenas fotos. En frente de la Mezquita aparece la famosa plaza en la que se desarrolla la vida de sus habitantes.
La plaza se abre y comienzas a ver multitud de personas, todas mezcladas los turistas los Marrakechi, todos intentando buscar su lugar, su hueco... Más adelante comienza la función, los sonidos comienzan a llegar todos juntos a tus oídos, todo lleno de puestos, de comida, de zumos, de agua, de frutos secos, de tiendas con todo artículo de regalo.
Nos sentamos en una de las terrazas que hay en la plaza, aconsejo que os toméis un respiro, que subáis a una terraza donde poder observar la vida de la plaza desde arriba, desde las alturas, para los amantes de la fotografía y con un buen objetivo se pueden hacer fotos fantásticas.
Para terminar esta primera etapa nos dirigimos hacía el barrio de Gueliz a cenar. Este barrio no tiene nada que ver con lo que hemos visto en la medina, volvemos al siglo XXI, un barrio de alto nivel, llenos de restaurantes, cafés, hoteles de lujo... Una cena rápida y a dormir, hay que cargar las energías para el día siguiente.
Segundo día
Segundo día en Marrakech, nos despierta la llamada a la oración a las 4,50 horas local, dura aproximadamente unos treinta minutos. Nos levantamos sobre las 7:00, queremos aprovechar bien la mañana.
Siguiendo unas indicaciones que llevamos, nos adentramos en unas callejuelas del zoco hacía el Palacio, las calles son tan pequeñas que ahora entiendo porque las motos llevan los espejos cerrados hacía dentro.... el zoco está tranquilo y vamos preguntando a los comerciantes que nos encontramos en el camino para que nos vayan indicando.
Llegamos al Palacio y decidimos entrar, nos hacemos un par de fotos para el recuerdo y rápidamente nos dirigimos a las tumbas Saadíes, nos decepcionan un poco, ya que no tienen mucho que ver, pero aún así, nos llevamos unas bonitas fotos de recuerdo.
Siguiente parada queremos ir a la Medersa Ben Youssef, pero muy bien no sabemos donde esta porque no nos queda claro que este dentro de la Medina, con lo cual decidimos comenzar andar hacía el zoco para adentrarnos de lleno en sus calles.
Andábamos un poco perdidos, pero el final de la calle nos llevo de nuevo a nuestra plaza, y por fin nos adentramos en el zoco. Una vez allí nos dirigimos a Medersa Ben youseff.
Era tarde y el calor era agotador, por lo que decidimos dirigirnos al hotel a comer y a descansar un poco.
Tras descansar un rato, de nuevo preparadas para la aventura. Pensábamos ir a ver los Jardines de Menara, pero las explicaciones que nos dieron en el hotel parecía complicado. Así que decidimos seguir paseando por el zoco y disfrutando de ese ambiente que tanto nos gustaba! Hay tanto que ver, cada zona es diferente.
El cansancio va haciendo mella, y decidimos sentarnos un rato a tomar algo y observar a las personas que dan vida a la plaza. La vida fluye en la Plaza Jamaa Fna y la noche se hace presente.
Nos dirigimos al barrio Gueliz ya que sabemos que allí podremos cenar bien. Tras un día agotador y sin parar de caminar, se hace hora de dormir. Mañana nos espera el tercer y último día.
Tercer día
Es pronto y hoy hace buena temperatura, se nos nota tanto el cansancio como la tristeza en la cara, hoy se acaba todo.
Decidimos dar un último paseo por los zocos y por la plaza, salimos del hotel y como hemos hecho hasta ahora, escogemos un camino diferente para llegar a la misma, de esta manera hemos descubierto zonas muy bonitas, urbanizaciones preciosas y los jardines de la Koutoubia.
Decidimos al adentrarnos en el zoco solo andar recto, ya que tenemos poco tiempo y tememos perdernos y no llegar a tiempo al aeropuerto. Pero el tiempo se acaba y aunque no tenemos ganas de volver, es hora de recoger todo y dirigirnos al aeropuerto.
El vuelo llega con media hora de adelanto a Madrid, por fin estamos en tierra. Y al salir y pisar el Aeropuerto de Barajas, te das cuenta que los colores se quedaron atrás, que los sonidos no son los mismos, que volvemos a la civilización y a la rutina.
Sin duda, un lugar diferente y un destino con culturas y costumbres totalmente diferentes a las nuestras, esperamos acercarnos pronto otra vez a esta cultura!!
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